Tratando de dormir muy cansado me hacían cosquillas imágenes en mi mente, imágenes y voces que me levantaron a escribir. Estuve muy cerca de cancelar el quinto Campamento La Sombra del Árbol al notar poco interés en lo invitados adultos, poca participación o respuesta, también al pensar que estoy excluyendo a los varones. pero, qué contento estoy de no haberlo cancelado aun cuando al final solo estábamos 3 padres que al ultimo día nos hicimos 5 más 8 niñas.
Si, es muy cansado, recuerdo a los padres sudando empacando sus carros, armando las tiendas, ya es hora de cocinar, vamos a caminar, quiero un snack, ya es hora de cena ahora lavar platos, ya está oscuro, quiero hacer pipí y también pupú, quiero ir otra vez! y de repente desarmar tiendas, cargar carros, regresar! Uff! Si es cansado.
Pero luego veo las caras de todas esas niñas disfrutando, riendo, platicando, jugando, bailando, teniendo momentos que nunca olvidaran con gente que nunca olvidaran, construyendo familia en un país extranjero, comunidad de niñas, niñas que luego serán mujeres, mujeres fuertes que no se conforman con cualquier oferta en la vida, mujeres con mucho valor en medio de una sociedad que constantemente las usa y las etiqueta de muchas maneras, si, esas imágenes y esas voces son las que me hacen cosquillas y me hacen levantarme de la cama y escribir, es eso mismo también lo que hace levantarme y hacer La Sombra del Árbol, el Árbol sos vos, si, es cansado, pero vale la pena, vale la pena sembrar tus raíces en buena tierra y junto a corrientes de agua, vale la pena ensanchar tu tronco y estirar tus ramas, vale la pena darles tu fruto y vale la pena que sepan que vos, un hombre y el primer hombre que ellas conocieron les das todo el valor, la admiración, el tiempo y la celebración de su existencia.
La Sombra del Árbol es un momento que sin palabras les dice: Niñas, ustedes valen la pena!